sábado, 14 de agosto de 2010

SOBRE MOURINHO Y EL MADRID QUE VIENE


Dicen que nunca llueve a gusto de todos. Para un sector importante del panorama del análisis futbolístico la unión del técnico más joven en lograr dos Champions con dos equipos distintos con el mejor conjunto del siglo XX es poco menos que un infame día lluvioso durante sus vacaciones veraniegas.

Los datos están ahí; las estadísticas son irrebatibles; un Inter calificado por muchos como equipo mercenario y sin ilusión eliminó al para bastantes periodistas mejor equipo de la historia. Pero Mourinho va más allá de eso y supera a tres cuartas partes del total de entrenadores europeos en equipos de primer nivel en cuanto a implicación, integración y entendimiento con los encargados de decidir si el equipo vence o no, los jugadores. Ejemplos de salidas por la puerta de atrás con el añadido de una serie de declaraciones bastante llamativas hay más de uno: la pasada temporada con Eto’o – Guardiola o Benítez y los ex reds Benayoun y Riera. No hace faltar ponerse en la cuerda floja para poder comparar lo anteriormente dicho con las lágrimas –no eran de cocodrilo- entre Mourinho y Materazzi en la despedida del técnico portugués. El caso Guti –dijo que Guti se despidió y que por lo tanto no iba a contar con él- es otro ejemplo más de la coherencia y mano firme del técnico.

 Ya se vio publicado en los distintos medios de información deportiva la idea y el esquema con el que el ex entrenador interista quiere jugar: 4-2-3-1 convertible en un 4-3-3 o un 4-4-2 en rombo para los partidos de liga como local. En cuanto a jugadores, en la portería sigue un inamovible Íker que ha mostrado su mejor cara de la temporada en el Mundial. La no contratación de Maicon obliga a Ramos a jugar en la esquina derecha, acompañado de los centrales Pepe (se espera vuelva a su mejor nivel) y Albiol, reservando a Carvalho para (presumiblemente) los grandes partidos Champions. Un Marcelo sin suplente zurdo completa la defensa. En la media, jugadores complementarios, compatibles y competitivos: doble pivote con Alonso y una de las sensaciones de la Alemania tiki-taken, Khedira. Vuelven las bandas con CR7 de inicio por la derecha, Di María por la izquierda compensando el poco esfuerzo defensivo del portugués –quizás Pedro León sea finalmente el titular, con CR7 pasando a la izquierda-. Detrás del delantero centro –no tengo dudas de que será el pichichi liguero madridista de las 2 últimas temporadas, Higuaín-, dos jugadores para un puesto: la sensación Canales, que ha aportado muchísimo juego durante la pretemporada; y el holandés errante van der Vaart, que suplió a Kaka’ ofreciendo un rendimiento similar –sólo 2 goles menos que el brasileño-.

El equipo B ofrece garantías, soluciones y suficientes alternativas: la parcela defensiva está compuesta por la experiencia y madurez de Dudek –a pesar de que siempre que juega sale goleado-, un lateral defensivo que puede jugar en las dos bandas como Arbeloa –volverá a jugar a pierna cambiada en los grandes partidos- y un central jovencísimo que realizó una buena temporada pasada, Garay. En el centro del campo, no contando con los obligados descartes Diarra y Drenthe, quedan el fiable Gago, y las dudas de un disperso Lass que quizá se marche junto con Granero. Sólo nos queda Benzema, que parece más motivado en este arranque de campaña y a priori tendrá muchos minutos, de él depende aprovecharlos o no.

En definitiva, una plantilla equilibrada y propicia para el juego por los costados –algo que se echaba de menos por Chamartín desde hacía no pocas temporadas- y por lo visto hasta ahora, para la presión en campo contrario –aún si cabe más añorada-.

Mago Mou, pensaci tu.

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